Ethereum: guía completa para entenderlo todo
Ethereum es la segunda blockchain pública en términos de valorización y la primera en términos de uso. Al igual que Bitcoin, Ethereum trabaja en lo que se llama una blockchain o cadena de bloques pública: una red mundial distribuida y no censurable, abierta a todos y sin ninguna autoridad central.
La diferencia fundamental con Bitcoin es la capacidad de crear aplicaciones en Ethereum, que funcionan y están almacenadas en la propia blockchain, que es el origen de las finanzas descentralizadas (DeFi). Ethereum no es una criptomoneda propiamente dicha. Descubra en esta guía todo lo que necesita saber sobre Ethereum: definición, origen, funcionamiento, futuro…
Contenidos
2. Ether vs Ethereum: cómo no confundirlos
4. Ethereum y la noción fundamental de «smart contracts»
5. Comprender el concepto de “gas”: el combustible de la red Ethereum
6.Ethereum: comprensión de la tokenización
7. Una mirada retrospectiva al 2017 y a la locura de las ICO
8. Las aplicaciones descentralizadas y su primer uso: las finanzas descentralizadas (DeFi)
1. El nacimiento de Ethereum
Ethereum se presentó en 2013 en forma de documento, el «White Paper» o libro blanco, en el que se proponía una evolución del protocolo Bitcoin. Fue redactado por Vitalik Buterin, joven programador miembro del equipo de Bitcoin y co-fundador de Bitcoin Magazine. Rápidamente, el concepto atrajo el interés de otros seguidores de la criptomoneda en ese momento, quienes se unieron al proyecto. Por nombrar algunos: Anthony Di Iorio, Charles Hoskinson, Joseph Lubin y Gavin Wood. Estas personas son consideradas como los co-fundadores de Ethereum. El equipo de desarrollo de Bitcoin no aceptó la propuesta y los fundadores decidieron entonces crear su propia blockchain.
Para llevar a cabo su proyecto, Vitalik Buterin inició una campaña de financiación colectiva. A partir del 2 de septiembre de 2014 se llevó a cabo la recaudación de fondos en bitcoin, con el fin de financiar los desarrollos necesarios para el lanzamiento de la red. La preventa de los primeros tokens de ether (ETH) permitió a Buterin recaudar $18,3 millones de dólares, lo que representa 30 000 ETH. Seducidos por los objetivos del proyecto, se involucraron multitud de programadores y la primera versión de la blockchain Ethereum se lanzó el 30 de julio de 2015, con el nombre de «Frontier». La cotización del ether comenzó a crecer en 2016. Esta criptomoneda experimentó un gran éxito en aquel momento, hasta llegar a competir con bitcoin. Pero no fue hasta 2017 cuando se introdujo en las plataformas de trading y pasó entonces a cotizar a más de $400, comparado con $1 en 2015. Hoy en día, el número de ETH en circulación se estima en más de 110 millones.
Ya es posible comprar y vender Ethereum, pero también minarlo sin restricciones especiales. Para ello, basta con descargar un software de minería (por ejemplo: Ethermine). Sin embargo, es necesario disponer de un ordenador potente, igual que para la minería de cualquier criptomoneda. Otro elemento que debe tenerse en cuenta es la fuerte competencia en la minería de Ethereum. Hay muchos mineros, y algunos cuentan con importantes ventajas competitivas, entre ellas una tarjeta gráfica ultrapotente, costes de electricidad más asequibles, menos impuestos… Por eso, los mineros se reúnen en un «pool» de minería, para unir fuerzas y conseguir que sus esfuerzos sean más rentables. Para obtener más información, consulte nuestra guía: Cómo minar Ethereum. Podrá descubrir cómo minar Ethereum, qué preguntas debe hacerse antes de empezar y los elementos que debe tener en cuenta.
2. Ether vs Ethereum: cómo no confundirlos
El ether es la criptomoneda de Ethereum. De hecho, es el ether, representado por el símbolo ETH, el que sirve como moneda de cambio en la red Ethereum. Los ethers se negocian en los mercados y el precio viene fijado por la oferta y la demanda. El ETH puede utilizarse para operaciones comerciales, minería o un simple almacenamiento en una cartera digital.
El ether posee varias características específicas. Si tuviera que recordar solo una, sería que su emisión monetaria anual es fija y relativamente baja,
es decir, se crean muy pocos ethers nuevos cada año. Se trata de un activo escaso pero, a diferencia del bitcoin con sus 21 millones de unidades, no hay límite absoluto máximo.
Por lo tanto, invertir en ether permite apostar por el desarrollo del ecosistema Ethereum, que ya es la segunda capitalización del mercado, y da origen a la creación de multitud de proyectos y aplicaciones construidos sobre su red.

3. Ethereum: cómo funciona
El ether es una moneda virtual accesible a todos y creada a través de la minería. Ethereum es una red que necesita el ether para funcionar. La blockchain Ethereum se utiliza para almacenar el historial de las transacciones realizadas en la red. También es capaz de almacenar código informático. Ethereum es una tecnología que funciona como un banco, con un sistema de cuentas. La red registra toda la información relacionada con estas cuentas. Los tokens de ether se colocan en una cartera. Cada nodo de la red Ethereum posee una copia del historial de transacciones. Si un usuario realiza una acción, como enviar ether a alguien, miles de equipos procesan esa solicitud simultáneamente. La transacción solo se confirmará si todos los nodos de la red aceptan la solicitud. Es una garantía de seguridad. La responsabilidad es compartida entre los mineros y los nodos, y no pasa por una institución bancaria. Los mineros se aseguran de que las transacciones se llevan a cabo correctamente.
El ether financia los recursos informáticos necesarios para ejecutar las aplicaciones. El funcionamiento es relativamente sencillo. Por ejemplo, un usuario de Ethereum desea enviar una cantidad fija de ether a una persona. No quiere realizar la transacción inmediatamente, sino en una fecha y hora posteriores. En ese caso, crea un smart contract, o contrato inteligente (explicaremos esta noción con detalle más adelante). El pago del ether está por lo tanto sujeto a una condición específica: una fecha precisa elegida por el usuario. Cuando esta fecha llega, el contrato se ejecuta y la persona recibe automáticamente la cantidad acordada de ether. Esto es posible gracias a Ethereum. Los cálculos se realizan directamente en la red, por lo que no es necesario que ninguna entidad almacene o controle los datos. Una vez definido, el procedimiento se ejecuta automáticamente. La espera se reduce. Esto también elimina los costes asociados a la ejecución manual.
Este es un ejemplo sencillo, pero esta operación se puede aplicar a configuraciones mucho más complejas. Ethereum, por su flexibilidad, ofrece así posibilidades extremadamente amplias, si no ilimitadas. Vemos proyectos en desarrollo en áreas como seguros, finanzas, mercado inmobiliario, entretenimiento… ¿Quiere comprar Ethereum? Consulte este artículo para conocer el procedimiento y para obtener consejos sobre cómo invertir bien.
4. Ethereum y la noción fundamental de «smart contracts»
La diferencia fundamental entre Ethereum y Bitcoin es que Ethereum puede ejecutar las llamadas transacciones «condicionales». Por ejemplo, es posible crear una transacción de pago que solo se ejecutará si se ha realizado otra transacción o si el precio de un activo ha superado un determinado umbral.
Estos mecanismos de transacción condicional suelen agruparse bajo el término de «smart contracts».
La traducción literal del inglés, que da como resultado el término «contratos inteligentes», no es la mejor manera para entender de qué se trata. Estos «smart contracts» son programas que pretenden automatizar una o más acciones cuando se cumplen los requisitos previos definidos por el creador del programa.
Por ejemplo, podemos considerar un sistema de subastas. Podemos crear un smart contract que recibirá subastas para un objeto en particular que esté en venta, podrá determinar la puja más importante, devolverá las pujas más bajas al final de un período determinado, y así sucesivamente.
Este tipo de programa puede ser creado en un ordenador convencional, o a través de un sitio web, como por ejemplo eBay. Sin embargo, los “Smart Contracts” tienen una serie de ventajas:
- Son autónomos: se almacenan directamente en la propia blockchain, sin necesidad del ordenador
- Pueden almacenar fondos: en ether, pero también cualquier tipo de datos
- Son inmutables: no se pueden piratear y están disponibles las 24 horas del día
- Son transparentes: cualquiera puede comprobar cómo funcionan
- Son interoperables: cualquier Smart Contract es compatible y puede interactuar fácilmente con otro
Pero los Smart Contracts también tienen una serie de inconvenientes:
- Como cualquier software, pueden tener errores que los hackers pueden aprovechar
- Una vez almacenados en la blockchain, es imposible modificarlos
- Cualquier interacción con un Smart Contract requiere pagar una comisión, que a largo plazo puede ser muy costosa.
5. Comprender el concepto de “gas”:
el combustible de la red Ethereum
En la red Bitcoin, el coste de una transacción depende de dos factores: la saturación de la red en un momento dado y el tamaño en número de caracteres de la transacción.
En Ethereum, el coste de cada transacción también depende de la saturación de la red, pero introduce un nuevo factor: la complejidad informática necesaria para ejecutar la transacción. Una simple transacción para enviar ethers de un usuario a otro tendrá un coste bajo. Una solicitud a un smart contract que exija cálculos complejos tendrá un coste significativo.
Este coste, que se llama gas (gasolina en inglés, para hacer un analogía con el funcionamiento de una máquina), debe ser pagado en ethers por el emisor de cada transacción.
Hay que tener en cuenta que cada solicitud a cada smart contract se recalcula en cada máquina de las que forman la blockchain Ethereum, por lo que tiene un impacto en toda la red. Por eso no es concebible hacer cálculos intensivos de videojuegos o de inteligencia artificial en Ethereum, al menos no hasta que pasen unos años.
6. Ethereum: comprensión de la tokenización
Las posibilidades que ofrece la red Ethereum a los desarrolladores son amplias: cualquiera puede desarrollar aplicaciones en Ethereum. El único requisito previo es saber codificar en “Solidity”, el lenguaje de programación de la red.
Una de las primeras funciones que se utilizó es la “tokenización”, es decir, la creación de nuevas criptomonedas. Se denominan “tokens”, de naturaleza digital, emitidos y alojados en la blockchain de Ethereum. Los tokens se pueden guardar, cuantificar e intercambiar digitalmente entre dos personas.
Las posibilidades que ofrece a los desarrolladores la red Ethereum son enormes. Cualquiera puede desarrollar aplicaciones en Ethereum. El único requisito previo es saber codificar en «Solidity», el lenguaje de programación de la red.
Una de las primeras funciones que se ha utilizado es la «tokenización», es decir, la creación de nuevas criptomonedas. Se denominan «tokens», que pueden traducirse como «fichas digitales», emitidas gracias a la blockchain Ethereum y alojadas en ella. Los tokens se pueden mantener, cuantificar e intercambiar digitalmente entre dos personas.
Antes del desarrollo de Ethereum, la creación de un nuevo criptoactivo resultaba extremadamente complicada: era necesario crear una blockchain, una red de minería, carteras, una gestión económica del sistema y, sobre todo, conseguir generar demanda y respuesta por parte de los usuarios.
Con Ethereum, crear un nuevo criptoactivo es como generar un smart contract y publicarlo, en lo que se tarda apenas unos minutos.
En un instante, el nuevo activo es intercambiable, está asegurado en la red y es interoperable con todo el ecosistema Ethereum. Los creadores no se complican la vida y utilizan la infraestructura existente más o menos de forma gratuita.
La importancia del token ERC-20
La creación de un nuevo token en la blockchain de Ethereum se realiza respetando ciertos “estándares” impuestos por la red. El más conocido entre éstos es el “ERC20”. Cada token ERC20 se gestiona mediante un Smart Contract que presenta una lista de funciones mínimas: cómo crear nuevas unidades, dividirlas en fracciones, destruirlas, transferirlas a otra billetera, etc.
Existen varios estándares de token. Los analizamos con más detalle en este artículo. Si bien muchos tokens representan únicamente su propio valor, algunos de ellos pueden en la actualidad representar productos financieros tradicionales u objetos del mundo real.
7. Una mirada retrospectiva al 2017 y a la locura de las ICO
Los tokens de los que hemos hablado se relacionan con la implementación de un nuevo servicio o aplicación dentro de la blockchain Ethereum.
El token en cuestión puede ser utilizado como moneda de cambio, pero también puede representar una participación en un proyecto similar a acciones. En este último caso, puede incluso otorgar el derecho a la toma de decisiones en forma de voto.
¿Qué es una ICO – Initial Coin Offering?
El uso principal de los tokens ha sido recaudar fondos para varios proyectos: esto se llama en inglés ICO, para la Intiail Coin Offering (oferta inicial de monedas). Es la contraparte de una oferta pública inicial en el mundo de las criptomonedas.
Gracias a los Smart Contracts de Ethereum, casi todos los proyectos de criptomonedas que buscaban una financiación en 2017 llevaron a cabo una ICO, estableciendo condiciones específicas como por ejemplo la cantidad mínima de fondos a recaudar, la cantidad máxima de fondos que se pueden recaudar. etc. Una vez que se completó el proceso, los tokens se enviaron a los inversores.
Ejemplo: Augur, una plataforma de mercados predictivos, fue el primer proyecto diseñado en la blockchain Ethereum para recaudar fondos a través de una ICO en 2015. Esto les permitió recaudar 5 millones de dólares en ethers vendiendo cada uno de sus tokens al precio de 0,6 dólares. .
Hoy en día la utilización de las ICO ha retrocedido en gran medida, ya que una serie de proyectos no cumplieron con sus promesas iniciales.
8. Las aplicaciones descentralizadas y su primer uso:
las finanzas descentralizadas (DeFi)
Interactuar con un Smart Contract es relativamente complicado, ya que es necesario escribir un código informático para hacerlo. Pero si creamos una interfaz web para interactuar con los servicios que ofrece, entonces cualquiera puede tener acceso a ella. Este es el concepto de “dapp”, que sería “decentralized application” (aplicación descentralizada).
Uno de los casos de uso que están surgiendo rápidamente son las aplicaciones financieras descentralizadas. Este dominio ahora tiene un nombre: DeFi, que está por finanzas descentralizadas. En definitiva, estas aplicaciones permiten, por ejemplo, tomar un préstamo, prestar dinero o hacer trading sin pasar por un intermediario centralizado, y todo con unos pocos clics.
Los proyectos ya se han consolidado bien en su campo, como MakerDAO para obtener casas de empeño en ethers, o Aave para prestar sus criptomonedas y obtener una devolución a cambio.
Varios tokens en el sector DeFi ahora representan productos bastante maduros, la mayoría de los cuales ofrecen un atractivo retorno de inversión, financiado por el uso de la propia plataforma.
9. Los nuevos usos de moda: los tokens no fungibles (NFT)
Como hemos visto, la blockchain Ethereum permite emitir varios estándares de tokens. Uno de estos estándares está experimentando una aceleración considerable desde su adopción en 2021: el estándar ERC721 para los llamados Non-fungible tokens (NFT), o tokens no fungibles. El ether es una moneda virtual, pero los NFT no, aunque se trate de dos conceptos muy próximos. Al igual que una criptomoneda, los NFT se pueden transferir de una cartera a otra. También se almacenan en la blockchain. Sin embargo, los NTF se denominan «no fungibles» porque es imposible sustituir un NFT por otro. Cada ficha es única, lo que no ocurre con las criptomonedas como el ether o el bitcoin.
Los NFT han dado mucho de qué hablar desde 2021. La peculiaridad de estos tokens radica en su carácter único (o al menos estrictamente limitado y numerado). Son imposibles de falsificar y abren nuevas posibilidades, especialmente en términos de prueba de la autenticidad de una música o de una obra digital gracias a la blockchain. Un NFT puede contener diferentes metadatos, por ejemplo, una firma, una fecha de creación…
10. ¿Cuál es el futuro de Ethereum?
En el mercado, el valor de Ethereum está representado por el precio del ether que se fija, como Bitcoin, a través de la oferta y la demanda. Ether también figura en muchas plataformas comerciales. Su precio está influenciado por las noticias sobre su ecosistema, pero también por la especulación, como ocurre con cualquier activo financiero.
Ethereum se ha convertido en una plataforma fundamental en el ecosistema de las criptomonedas. Casi todos los días se crean nuevos proyectos en su blockchain. Aunque en 2021 la red no esté libre de culpa especialmente en lo que respecta a las tarifas de transacción, los desarrollos son numerosos, se están realizando mejoras y el precio del ether reflejará tarde o temprano este desarrollo.
Pero cuidado, aunque comprar ether a medio o largo plazo puede ser una buena elección, no debe pasarse por alto su gran volatilidad: su valor puede subir o bajar bruscamente en pocos días. Al igual que con Bitcoin, comprar o vender Ethereum entraña riesgos, por eso es necesario mantener la cabeza fría.
Por ejemplo, a principios del 2018, el precio del ether marcó un récord en 1.100 euros antes de sufrir una fuerte caída de casi el 90%. En diciembre del 2018, el precio era de 75 euros. Desde el verano del 2020, ha vuelto una fuerte tendencia al alza, con el precio subiendo alrededor del 1200% en un año para rondar los 1500 euros.
Ethereum, por tanto, va más allá de Bitcoin y permite alternativas que también son cada vez más interesantes para el mundo empresarial, con propuestas de valor flexibles y personalizadas. El proyecto también gira en torno a todo el marco de aplicaciones financieras descentralizadas (DeFi) y tokens no fungibles (NFT).
Hoy en día existe una alianza de empresas Ethereum, que incluye nombres como Microsoft, Samsung o Intel, que buscan probar y desarrollar la tecnología: el ecosistema Ethereum se mantiene en pleno apogeo y los desarrollos informáticos son muy numerosos. Para Coinhouse, este es un proyecto imprescindible en el mundo de los activos digitales.
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